Si en los Juegos Olímpicos de Londres la mayoría de las medallas españolas llegaron en el agua, en los Paralímpicos van por el mismo camino. Sin embargo, en éstos es lo habitual. Hace cuatro años, en Pekín, fue en El Cubo donde se lograron 31 de las 57 preseas españolas.

En la primera jornada de estos Juegos ya quedó claro que la natación va a ser de nuevo el punto fuerte de España. Cinco medallas en una sola tarde. Enrique Floriano fue el primero en subir al podio, lo hizo en el segundo escalón tras revalidar la plata conseguida en China en los 400 libres y marcar récord de España (4:14.77).

"Repetimos medallas, ya son cuatro Juegos consecutivos subiéndome al podio, y mantenerme ahí arriba con el nivel de estos años es un aliciente para saber que hemos hecho bien el trabajo. Hemos bajado en un segundo el récord de España, que es una muestra de que hemos tenido un buen año", dijo tras la prueba.

Después llegó el turno de Deborah Font, bronce en 400 metros libres, y cuyo hermano, Omar, había competido justo cinco minutos antes y acabado cuarto en la misma prueba. Ambos se fundieron en un emotivo abrazo en cuanto acabaron.

"Estoy tan feliz que no quepo en mí, esta medalla me hace igual de ilusión que las primeras y mira que llevo cuatro Juegos y cada una sabe a gloria", dijo tras recoger la presea. La catalana suma ya siete medallas paralímpicas.

En la piscina seguían las competiciones y España seguía sumando medallas. La siguiente en hacerlo fue la joven Sarai Gascón, que perdió su primer duelo con la sudafricana Natalie du Toit, que en Pekín compitió en Olímpicos y Paralímpicos, en los 100 metros mariposa.

A sus 19 años ya tiene en su haber dos preseas paralímpicas, tras la plata lograda en la capital china en 100 metros braza y confirma el relevo generacional dentro del equipo.

Los últimos en competir fueron los dos veteranos. A sus casi 56 años, Sebastián Rodríguez, 'Chano', plantó cara al brasileño Daniel Dias, que se proclamó campeón de los 50 metros libres con un tiempo de 32.05 segundos, nuevo récord del mundo en la disciplina. Con sólo 24 años, Dias añade una más a las nueve que sumó en Pekín.

A pesar de que ya tenía 13 medallas paralímpicas, ésta es especial porque ha dejado aparcada su "vida durante cuatro años para bajar cinco centésimas desde Pekín y los dos últimos han sido duros porque dejé mi Galicia para entrenar en Madrid y dedicarme sólo a ello".

"Tengo el descaro de tener la osadía de seguir preparándome, a mis casi 56 años, y peleándome con chavales de 24. Yo creo que es mi gran mérito, si lo tengo, que es ese afán. El que me mueve para que estos Juegos hagan ver a las personas con discapacidad y a España en concreto, que hay que seguir adelante", dijo animando a los españoles en plena crisis económica.

El broche de oro lo puso la nadadora zaragozana Teresa Perales con su plata en los 50 metros libres.